La isla bonita, está en Canarias
San Miguel de La Palma….ISLA BONITA
Por la señal de la santa cruz… Santa Cruz… de La Palma. Así podría persignarse un cristiano, al divisar tanta belleza junta, que muestra su capital.
Una más del archipiélago canario, cuyas costas baña el Atlántico, frente por frente al gran continente africano, en su parte noroeste.
Con un clima que roza el trópico, se convierten en las Islas Afortunadas por excelencia.
Desde el aire, al sobrevolar la isla, se puede ver casi un perfecto corazón.
Y en tierra, lo es. Corazón hendido por un enorme cráter, que se llama La Caldera de Taburiente.
Víscera socavada por innumerables erupciones desde el principio de los tiempos, que construye sus ciudades sobre añadidos de lava.
Como paradigma, su capital Santa Cruz. Parte de la ciudad y el puerto, se sitúan en el remoto derrame de lava del volcán
La Caldereta, que, al quebrarse la parte noroeste de la pared, facilita su vertiginosa llegada hasta el mar.
Y así, brutalmente enfriada, forma lo que se llama “colada basáltica”, permitiendo su conversión en tierra firme a través del tiempo.
Fundada en el siglo XV con el nombre Villa de Apurón, respetando siempre su aborigen calificativo Benahoare que significa “mi tierra” en guanche, y rebautizada con el título de “Muy Noble y Leal…” por Felipe II.
Cuando ya se llamaba Santa Cruz de La Palma, -mucho antes de su sobrenombre isla bonita- se siente ultrajada y destruida un siglo después, aproximadamente, por el pirata “pata de palo”, menos conocido por François Le Clerk.
Superados todos los avatares de su historia, aparece ahora como una ciudad de estilo clásico, citando variados estilos arquitectónicos de España, Europa y América.
Beneficio que consigue de ser el punto de intersección de tres continentes, por la importancia de su puerto.
Las casas renacentistas, balaustradas de madera, con dos pisos, que salpican sus calles, nos hablan de unos tiempos en que el buen gusto estaba por encima de muchas cosas.
Por la carretera que lleva de esta ciudad a Los Llanos de Aridane, pasando el antiguo aeropuerto, entra el viajero en un paraje profundo, de cumbres y revueltas, vegetación profusa -por poco jurásica- que le deja al otro lado como una visión soberbia.
Del presente, al pasado y al futuro; tras el túnel de la cumbre, el sol y un precioso valle: “el Valle de Aridane”. Impresionante.
Otra población que debe ser visitada, sin vacilar.
Porque está muy cerquita Tazacorte y su puerto, donde se pueden degustar exquisitas lapas con una salsa verde de igual exquisitez.
Además de cualquier otro producto del mar, con él por testigo, que es donde mejor se aprecian los sabores de sus frutos.
Y para no contrariar, unos atardeceres de excepcionales emociones.
Algo más allá, pasando Tijarafe, el amante del senderismo y la naturaleza más salvaje, se puede adentrar en el mejor escenario del mesozoico, La Caldera de Taburiente.
Situada en el Parque Nacional del mismo nombre; con ríos que nacen allí mismo, helechos gigantescos.
Y algún que otro puente de madera construido con la intención de no descalabrarse por un barranco.
Que los hay, incluso algunos de hasta 700 metros, y es la prueba decisiva del origen volcánico de todas las islas Canarias.
Paisaje y entorno alucinante, fuera de disimulos.
La Isla Bonita, tiene otras poblaciones como San Andrés y Sauces, Puntallana, Puntagorda, El Paso, Fuencaliente… Mazo, en cuyo término se encuentra el aeropuerto.
Y llegando a la capital, Breña Alta y Breña Baja, con la playa de Los Cancajos, donde se puede disfrutar de magnífica instalación hotelera.
Y no debemos de olvidar el Roque de Los Muchachos.
Montaña enorme y de leyendas guanche, o awuara, de amores imposibles terminados en tragedia, que alberga el observatorio a 2.396 m de altitud.
Que ya cuenta hoy con el mayor espejo -10,4 m de diámetro- y se llama GTC, o Gran Telescopio Canarias.
Durante un tiempo se especuló con que pudiera albergar la instalación del E-ELT, según sus siglas del inglés Extremely Large Telescope, que al final terminó en Chile.
Aunque en 2018 se llegó a instalar el LST, o Telescopio de Talla Grande (Large Sice Telescope) que aumenta la importancia del Observatorio de Astrofísica de Canarias.
Telescopios o no, las gentes acogedoras de habla cadente y melosa, los Guanches –o sus descendientes- facilitarán la estancia a cualquier viajero, caminante o turista.
Que también celebran unos carnavales para enmarcar. Fiesta que da comienzo el viernes anterior a la semana carnavalera, concretamente antes del Miércoles de Ceniza.
Festividades éstas del carnaval, que han trascendido fronteras y son conocidas en la mayor parte del mundo.
Celebraciones que dan comienzo a partir de los tradicionales desfiles infantiles, verbenas cada noche, pasando por la fiesta de la peluca.
El desfile de Embajadores y por supuesto, el Entierro de la Sardina.
Como estandarte o bandera de estos carnavales, no faltan nunca, ni podrían hacerlo, las celebraciones de la llegada de Los Indianos.
Que, para no salirse de la costumbre, ni de los hábitos que vieron nacer estas ingentes manifestaciones festivas, van todos vestidos de blanco.
Y se ponen aún más blancos con la batalla del polvo talco.
Es efemérides de cuando llegaban a La Palma los emigrantes de tierras sureñas y centro-americanas, portando toda clase de elementos reconocidos.
Jaulas con loros, grandes baúles, anteojos, y distintos abalorios típicos.
Y, entre unas y otras cosas, bien merecido su sobrenombre ya por los siglos de Isla Bonita.
Que, para redundar en el recuerdo, se rodean sin discusión alguna, de músicas y músicos que suenan siempre a ritmo caribeño.
Espectaculares y grandiosos éstos carnavales, que por suerte hemos vivido algunos años.
¿Lo del tsunami…? Unos científicos argumentan las posibilidades, y otros, dicen que no existe tal posibilidad.
Es una isla bonita, y que nadie especule con la corrección de tal sobrenombre. Y aquí podréis ver el video La Isla Bonita…está en Canarias.
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