Ainsa, en el Pirineo Aragonés

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Un milagro en el tiempo

Ainsa, Un milagro del tiempo.

Es difícil que en un sitio vivo, donde existen habitantes del siglo XXI, año 2009, pueda cualquier persona transportarse a la edad media.

No se trata de un museo. No se trata de una película ambientada en la época. Se trata de Ainsa, población del Pirineo Aragonés.

Dentro de la comarca del Sobrarbe, compartiendo capitanía de la misma con Boltaña, perfecciona el viaje en el tiempo, para recordar historias de condes y reyes.

Señores y plebeyos, mandobles y picas, intrigas y traiciones, con derechos que solo amparaban a los principales, socavando ánimo y orgullo de los humildes,  escriben alguna de las memorias que pueden acercarnos al momento.

 

Al norte de la región se encuentran los valles de los ríos Ara, Cinca y Cinqueta y el valle de Vió. Al sur, las sierras de Guara y Olsón y en la parte central diversas depresiones como Broto, Fiscal, Arcusa y La Fueva. También, en el mismo territorio, se halla el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Enclave único y escarpado, sin desaprovechar un ápice el preciosismo de paisajes sustraídos a otros instantes, en el mismísimo momento actual.

El núcleo original de la villa de Ainsa, se coloca en un collado sobre la unión de los rios Cinca y el Ara. Y no resulta difícil descubrir sus calles, porque solo son dos. Y como no podría ser de otra forma, paralelas: La calle Mayor y la de Arriba.

La plaza Mayor que se sitúa a continuación del castillo. Y éste, enfrente de la explanada donde la leyenda, traza el milagro de la aparición de la cruz de fuego sobre una carrasca, que dio la victoria a las tropas cristianas al mando del rey Garcí Ximénez.

Hecho que se celebra cada dos años, el primer fin de semana de septiembre, en clave de teatro, que recibe el nombre de La Morisma. El 14 de septiembre, eso sí, cada año, se reúnen los acogedores habitantes, vecinos, viajeros y familiares, para exaltar el “milagro” de la cruz de fuego. Sin menospreciar su otra fiesta, esta en enero, por San Sebastián, que reciben en vísperas con tremendas hogueras en su Plaza Mayor.

Con clara, clarísima, distribución medieval, está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1965. Para convertirlo en la actualidad, en un centro turístico de clara relevancia en toda España.

Ya está formada la malgama especial y oportuna, para todos los que se complacen en admirar las nostalgias de legendarias huestes, armaduras, caballeros y caballos, pajes y criados, puedan por unos días sentirse parte de aquello.

Admirar y gozar de las bellezas que la creación colocó en la tierra, y el hombre después, para hacernos sentir en el cielo.

Habrá que acercarse por allí.

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